Moran Maasai Hunter (Boarding Shotgun, CrazyKoalas)

Si hay una tribu africana que haya sido idealizada, y que represente al continente africano, ésa es la tribu Masai. Nobles, valientes y aguerridos, la suya es una sociedad de guerreros-cazadores. Sin embargo, nada de esto les evitó ser arrollados por las fuerzas de la Historia. Desplazados a Corregidor, tuvieron que adaptarse y buscar nuevas ocupaciones y objetivos para sus peculiaridades tribales. De tal modo, los guerreros Masai, llamados Moran, se convirtieron en los cazadores de la Fuerza Militar Nómada. Designados como Infantería Ligera, todos ellos son batidores experimentados. Entre sus funciones se encuentra el proporcionar datos de Inteligencia, convirtiéndose en los ojos avanzados de la fuerza de ataque. También el efectuar operaciones “ocultas”, en las que se requiere que su presencia pase desapercibida. En este tipo de misiones suelen llevar a cabo patrullas de reconocimiento y vigilancia irregular, tanto en zonas boscosas o selváticas como en áreas urbanas. Pueden, además, realizar asaltos contra fuerzas de avanzada enemigas y efectuar acciones que retrasen su avance. Cuando un equipo de cazadores Moran es asignado como protección de una zona o región específica, su objetivo primario es cazar y capturar/ eliminar unidades enemigas de reconocimiento y ataque, incursores, prisioneros fugados, etc. Su misión es impedir acciones de infiltración, sabotaje, robo de material valioso, o cualquier otra actividad enemiga que pueda amenazar el objetivo que les han encomendado proteger. Son sumamente profesionales, pero a pesar de su entrenamiento, de sus armas sofisticadas y de toda su tecnología, un Moran es fácilmente reconocible por su melena trenzada y su manto tradicional. Porque, no te confundas, éste es un regimiento africano. Y eso significa peinados y marcas tribales, supersticiones, amuletos y rituales para adquirir supuestas facultades mágicas, como la de ser capaces de convertir las balas enemigas en agua. Te parecerá exótico, tal vez divertido incluso, pero no te reirás cuando te abran el pecho con su machete, para beberse la sangre que borbotea de tu corazón agonizante.